Un ganadero de Arucas (Gran Canaria) lucha por un error en la detección de tuberculosis

El ganadero Antonio Pérez, que en el año 2011 secundó una huelga de hambre para evitar ser desahuciado de sus propiedades, asegura que volverá a retomarla en señal de protesta si el Gobierno de Canarias no asume las deudas que ha contraído, después de que en el año 2004 tuviera que comenzar a sacrificar a las vacas que componían su pequeña explotación y quesería, que eran su sustento de vida y el de su familia. Y es que una inspección sanitaria determinó que varias reses de su negocio padecían tuberculosis, según publica El Diario.

Pérez explica que nunca recibió un informe veterinario que probase que esas reses estaban enfermas, a pesar de que lo ha solicitado, y lucha para que el Ejecutivo “enmiende su error”. Además, en el matadero declararon que las vacas eran aptas para el consumo, a lo que el Gobierno regional ha contestado que esto no significa que las reses no estuviesen infectadas, ya que para conocer si padecían tuberculosis se requiere de una prueba específica que no se efectúa después de que la vaca haya muerto.

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