#sábadocanalla: Mucha palabrería, pocos hechos

Noviercas. Es la palabra maldita que hace soliviantarse a todo un sector. El proyecto de la macrogranja láctea que pretende poner en marcha la cooperativa Valle del Odieta con un total de 20.000 vacas reproductoras en este pequeño pueblecito de la provincia de Soria es el gran tema de conservación de este inicio de año en el sector lácteo, ya sea en las cantinas, las redes sociales o las declaraciones más institucionales y formales. En el ámbito ganadero, son mayoría los que han alzado su voz para criticar este proyecto que, a su juicio, puede suponer un importante desequilibrio para un sector que ya tiene suficientes problemas y que vería llegar una importante oferta de leche, lo que podría provocar precios aún más bajos. Una competencia que desde algunos ámbitos se considera desleal. Por otro lado, con voces que llegan casi exclusivamente desde la propia provincia de Soria, se pone el énfasis en los puestos de trabajo, directos e indirectos, que supondría este proyecto, precisamente en una de las zonas más deprimidas del territorio peninsular.

No seremos ahora nosotros los que demos o quitemos razones. Eso sí, los canallas de VACUNO DE ÉLITE queremos poner el acento en un aspecto que consideramos que es importante. Resulta bastante fácil criticar un proyecto con alma de gigante como el que se proyecta en Noviercas y explicar sus problemas medioambientales o sanitarios, además del perjuicio que supone para los productores. Sin embargo, esas críticas no se hacen cuando el ganadero tiende a ser individualista, prefiere mantener su pequeña granja sin vocación de crecer mediante la unión con otros ganaderos o prefiere vender la leche por su cuenta, porque así arranca alguna peseta más del productor que está en su mismo pueblo. No hay unión en el sector, sólo la de algunos convencidos que merecen todo nuestro respeto. Y luego nos quejamos de las cosas que pasan…

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