Te lo reconoce, de puertas para adentro, casi cualquier persona que se lance a organizar una jornada de formación para ganaderos sobre cualquier tema, ya sea sanitario, de reproducción, de alimentación o de instalaciones. Salvo contadas excepciones de eventos que cuentan con una reputación ya confirmada y que se llenan año tras año, los congresos y ponencias dirigidos a productores tienen la gran dificultad de encontrar una importante masa de público que quiera formarse en esas materias.

Todos sabemos que es necesaria la formación. Todo el mundo, hasta el más avezado de los profesionales en cualquiera de los campos, tiene la obligación de reciclarse varias veces a lo largo de su vida, si no quiere verse adelantado por la derecha por las nuevas generaciones que se esfuerzan en hacer las cosas cada vez mejor. Los ganaderos tienen que estar también en continuo reciclaje. Es cierto que se dedican a un oficio ancestral, ya que la domesticación de los animales es posiblemente la actividad económica más antigua de nuestra historia como humanidad, pero eso no significa que los ganaderos puedan estar ajenos a las nuevas tecnologías. Es el desarrollo y la innovación lo que ha permitido que el vacuno, tanto de leche como de carne, haya llegado hasta la situación actual en el buen momento de forma que está.

Por eso, la formación continua siempre es algo que se le debe exigir a los productores. Asistan a más jornadas, lean revistas especializadas como VACUNO DE ÉLITE –claro que sí- y asistan a todos los foros que puedan del sector. Es por su futuro.