No es la primera vez, pero escuchar estas cosas sigue siendo igualmente doloroso. “Los científicos la han bautizado como la dieta de salud planetaria. En líneas generales, consiste en duplicar el consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos, y reducir en más del 50% las carnes rojas (vacuno, cerdo y cordero) y los azúcares añadidos. El objetivo es que en 2050 diez mil millones de personas tengan una alimentación saludable y que el esfuerzo medioambiental para lograr esta producción sea sostenible”, según publica el diario ABC.

Analicemos tres cuestiones de esta noticia.

La primera llama muchísimo la atención. Estos investigadores, reunidos por la revista médica ‘The Lancet’ y la Fundación EAT, lo que más destacan es que se debe reducir el consumo de azúcar y de carnes rojas. No habla nada de los alimentos procesados, de la bollería industrial… El enemigo, como siempre, son las carnes rojas. Nada nuevo bajo el sol.

Un tercer aspecto muy llamativo es que estos científicos se adjudican ser voz de lo que necesita todo el planeta. “La dieta de la salud planetaria”, se añade. “Una dieta con objetivos a nivel mundial”, dice en otra parte del artículo. Esto ya sí que es nuevo. Adjudicarse desde sus puestos de investigación la visión de lo que necesita todo el planeta. Demasiado ambicioso…

El tercer aspecto vamos a dejarlo en palabras de un veterano comentarista radiofónico que hizo un acertado resumen hace unos días. “Parece que esta dieta la ha diseñado un agricultor, que no ganadero”. Pues eso.