Lamentan que la normativa de tuberculosis en Extremadura no permita el contraanálisis

APAG Extremadura Asaja lamenta que las modificaciones que se pretende introducir por la Consejería de Medio Ambiente a la orden de saneamiento ganadero no permiten la realización de un contraanálisis en las pruebas positivas en tuberculosis bovina y caprina.

“Este documento tiene mucho continente pero nada de contenido, centrándose solamente en la forma de marcar a los animales enfermos que en detectar si realmente existe la enfermedad, un reclamo generalizado de los ganaderos extremeños”.

Así lo ha indicado el presidente de esta organización, Juan Metidieri, en rueda de prensa para reclamar a la Administración regional que se permita ese contraanálisis tan necesario para certificar a un animal positivo, con el fin de tener la seguridad de que ha contraido la enfermedad antes de que sea sacrificado.

En lugar de contemplar esta medida reclamada en varias ocasiones por APAG Extremadura Asaja, el documento modificado solo plasma que los animales sean marcados por un taladro en forma de ‘T’ en la oreja o con un sistema alternativo consistente en la inserción de un microchip.

De igual manera ha hecho referencia a que con los cambios introducidos se permitirá tener a solo un veterinario de la explotación para contrastar que el saneamiento se realice correctamente y en un acto único, por lo que no habrá una segunda prueba que verifique el resultado de la prueba oficial.

Para Metidieri, las modificaciones realizadas prestan atención a la forma de realizar el protocolo correctamente, pero no a identificar con exactitud si existe realmente o no tuberculosis.

En su intervención el presidente de APAG Extremadura Asaja ha criticado asimismo el afán recaudatorio de la Consejería de Medio Ambiente a la hora de aplicar una tasa de 2,84 euros al ganadero por servicio administrativo realizado en cada gestión indivualizada que se realice desde las oficinas veterinarias. Para el dirigente agrario esta tasa va a provocar que las oficinas veterinarias se queden vacías y pierdan la función real para la que se crearon y reprocha a la Consejería que de de esta forma intente sangrar económicamente al profesional de campo, que ya bastantes dificultades afronta con las consecuencias provocadas por la pertinaz sequía que continuamos padeciendo en Extremadura.

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