La aplicación del artículo 222 y su repercusión a los ganaderos españoles

El sector lácteo se enfrenta a una grave crisis como consecuencia de un desequilibrio entre oferta y demanda debido a causas varias entre las que se pueden citar la adaptación a la supresión de las cuotas, la desaceleración económica de China e incluso, aunque con menor peso, el veto ruso a las producciones lácteas europeas.

Ante esta situación de grave y prolongada crisis en el tiempo, como planteamiento general, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) consideramos que la Comisión Europea debería haber establecido medidas obligatorias para todos los países y que respondieran al desarrollo de una estrategia europea con el objetivo claro de superar la crisis y defender la competitividad del sector lácteo europeo frente a otras potencias mundiales del sector.

En este sentido, entendemos que la aplicación del artículo 222 del RE(CE) 1308/2013 debería haberse planteado de forma obligatoria, con un reparto de reducción de producción por países proporcional al excedente creado.

En todo caso, UPA plantea que el artículo 222 pueda gestionarse en España pero no a partir de una simple reducción de la producción pues corremos el riesgo de ofrecer ese margen a los países excedentarios y perder mercado.

UPA propone las siguientes medidas para atender la crisis del sector lácteo:

  • Medidas de mercado: Se trata de aprovechar todos los mecanismos de intervención pública disponibles incrementando los precios existentes. En este sentido, es preciso explorar al máximo las posibilidades que ofrece el almacenamiento privado pero incrementando el apoyo público a dicho almacenamiento.

Así mismo, mediante la Intervención de leche en polvo y mantequilla se puede retirar leche del mercado que está a precios bajísimos y que genera problemas; esa leche en muchas ocasiones acaba en un brik o transformada en quesos u otros derivados lácteos, distorsionando el mercado de venta y ofreciendo la posibilidad de tener producto banalizado.

  • Apuesta definitiva por el etiquetado de origen en todos los envases de leche y productos lácteos como forma de valorizar a través de la procedencia de la leche.
  • Campaña de promoción de la leche y los productos lácteos para fomentar el consumo y mejorar la imagen de los mismos ante el consumidor.
  • Asistir económicamente a aproximadamente un millar de ganaderías que están percibiendo precios en torno a los 24 céntimos/l y que están en situación de ruina económica. Subvencionar el transporte de la leche desde estas ganaderías con destino a intervención.
  • Establecimiento de una prima láctea a aquellas explotaciones que produzcan menos. A día de hoy, el procedimiento es el contrario, se baja el precio a los litros que exceden de una determinada cantidad. En nuestra opinión, esta forma de control de la producción puede no ser eficaz y económicamente deteriora a los ganaderos.
  • En relación con el veto ruso, cabe decir que sigue pendiente de solución. La UE ha generado un problema y el Consejo de Ministros sigue incapaz de aportar soluciones eficaces.
  • Se podría articular el artículo 222 a nivel nacional apoyando a aquellos productores próximos a la edad de jubilación que dejaran total o parcialmente de producir. Se trataría de adelantar el descenso de producción que de manera natural se produciría en unos 2 ó 3 años. Esto debería financiarse con ayudas de estado.

El desarrollo a nivel nacional del artículo 222 debe llevar como medida complementaria un compromiso por parte del sector, Magrama y distribución para que, respetando las leyes de mercado, se minimice la entrada de producto foráneo.

Además, en nuestra opinión, el desarrollo del artículo 222 debe tener un ámbito de cadena, aún superior a la propia Interprofesional Láctea de modo que el Acuerdo por la Estabilidad y Sostenibilidad del Sector Lácteo puede ser el escenario adecuado para consensuarlo e implementarlo.

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