Llega el mes de junio y, con él, el desplazamiento estacional de miles de reses de pura raza Avileña-Negra Ibérica por las cañadas reales de diversos puntos de España. Es decir, llega el momento de practicar la tradición milenaria de la trashumancia, un tipo de pastoreo que se lleva a cabo para que los animales aprovechen los pastos verdes de alta montaña., según destaca el blog ‘Vaca cool’.

Se trata de una práctica ancestral que proporciona grandes ventajas. Por ejemplo, el aumento de fertilidad de los suelos al incorporar estiércol y otros vegetales. Los efectos también son positivos para la flora, al contribuir a la dispersión de semillas. Pero no sólo eso, también existen otros beneficios: mejora la calidad de la carne puesto que los animales sufren menos durante el traslado, y consumen recursos que no compiten con la alimentación humana, y evitan y minimizan el consumo de piensos y forrajes.

El próximo 25 de junio pasarán por el Puerto de El Pico, momento en el que se celebrará la Jornada de la Trashumancia de la raza Avileña-Negra Ibérica, en la que habrá también una degustación al aire libre de Carne de Ávila. En total, son alrededor de 7.000 cabezas de vacuno de esta raza las que practican la trashumancia a pie en esta época del año, 12.500 lo realizan en camiones.