Arranca un proyecto Life para mejorar la rentabilidad de la dehesa

El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa-CSIC) ha acogido entre ayer y hoy, 3 y 4 de octubre, la primera reunión de un proyecto Life Regenerate que tiene como objetivo revitalizar la dehesa. A lo largo de los próximos cuatro años, científicos y empresas colaborarán para tratar de hacer más rentable y más sostenible este ecosistema. Los socios del proyecto realizarán ensayos con ganado y cultivos que pueden tener buena salida comercial, especialmente en el mercado de los productos ecológicos.

Además del Irnasa, forman parte de la iniciativa la Universidad de Extremadura como líder del proyecto, la Universidad de Sassari (Italia), la Fundación Naturaleza y Hombre y las empresas IDForest y Volterra Ecosystems. Hasta octubre de 2021 llevarán a cabo experimentos tanto en Italia como en Salamanca, en la finca Muñovela del Irnasa y en la finca de Castro Enríquez, propiedad de la Diputación.

La dehesa es un espacio agrosilvopastoral, es decir, que integra árboles, ganado y pastos, muy característico del oeste de la península ibérica. La presencia de encinas y de ganado vacuno y porcino da forma a su estampa más característica. “Es uno de los ecosistemas más emblemáticos de la provincia de Salamanca, pero hoy en día tiene muy poca rentabilidad, sufren unas pérdidas de unos 200 euros por hectárea al año y los subsidios son cada vez más escasos, así que hay que encontrar alternativas en la agricultura ecológica y buscar una reivindicación económica y medioambiental”, explica a DiCYT Ignacio Santa Regina, científico del Irnasa.

El reto es lograr un manejo sostenible que evite tanto la pérdida de biodiversidad como la disminución de la fertilidad del suelo. Para ello, la experiencia del Irnasa es clave, puesto que cuenta con un laboratorio de campo permanente en su finca de experimentación. “Nos llamaron para este proyecto por nuestros conocimientos en el manejo de la biodiversidad y la dinámica biogeoquímica de elementos minerales en el ecosistema de dehesa, tanto de arbolado como de pastizal”, comenta Ignacio Santa Regina.

Entre las ideas que se manejan está “la introducción de una especie distinta de ganado, plantas medicinales cuya explotación pueda ser rentable en el mercado y cultivos que se adapten mejor al medio”. Científicos y técnicos monitorizarán todos estos ensayos y verán si se pueden extrapolar a otros lugares.

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