Agaprol OPL: “La industria no reconoce los costes de alimentación en los contratos”

La obligatoriedad legal de firmar contratos lácteos por encima de los costes de producción que soporta el ganadero era una reivindicación histórica del sector que fue resuelta por el R.D. 5/2020 y posteriormente confirmada con la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria en diciembre del mismo año.

 

SUPERTEMA: La escalada de los costes de alimentación (Tercera entrega)

 

Francisco Fernández
Director Agaprol OPL

 

Esa cláusula en los contratos fue impuesta por el propio Ministerio de Agricultura quien, ante la imposibilidad de poner de acuerdo a industrias y ganaderos, anunció la elaboración de un estudio independiente y oficial que garantizaría los intereses de todas las partes. Agricultura se comprometió a que dicho informe se hiciera público en el mes de octubre del pasado año pero a día de hoy y pese a la insistente reclamación de Agaprol continúa sobre una mesa del ministerio y sin publicarse oficialmente.

El citado informe señala que un ganadero soportaba en el mes de septiembre -fecha aproximada de realización del mismo- unos costes de producción de 36,26 euros por cada 100 litros de leche producidos. Esa cifra y conforme al mismo estudio supone que por cada 100 litros que produce un ganadero éste pierde 1 euro. Desde Agaprol OPL reconocemos la profesionalidad e independencia de los autores del informe pero advertimos que los costes de producción que soportan las granjas de vacuno de leche han crecido desde entonces de una forma espectacular.

Los estudios independientes realizados por nutrólogos para Agaprol OPL demuestran que desde el mes de octubre de 2020 el coste derivado de la alimentación ha supuesto entre 3 y 3,5 euros por cada 100 litros. La subida del maíz y de la soja en un 28% y un 45% respectivamente -teniendo en cuenta que la alimentación supone alrededor del 60% de los costes de producción- ha generado un nuevo escenario en el que por cada litro de leche que se produce se pierden entre 4 y 4,5 euros por cada 100 litros.

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Agaprol OPL ha intentado renegociar los contratos lácteos en vigor para que las industrias tuvieran en cuenta esta nueva situación en la que, sin necesidad de recurrir al estudio oficial del ministerio, se observa claramente que desde la firma de los contratos las condiciones de producción han cambiado y mucho. La respuesta de las industrias a esta petición ha sido negativa y, de hecho, estas semanas participamos en las negociaciones de unos nuevos contratos en los que la industria, de nuevo, se niega a reconocer lo que es una evidencia del mercado, los precios de la alimentación se han disparado y las previsiones apuntan a que seguirán así al menos hasta el verano.

Los ganaderos no pretenden que se establezca un precio fijo por su producción sino que sus contratos se ajusten al mercado y a la legalidad vigente. Esa pretensión incluye que ante modificaciones en el precio de las materias primas, como las que vivimos los costes de alimentación, sean considerados como algo vivo que puede subir o bajar influyendo notablemente en el coste de producción que la propia ley obliga a superar.

Los contratos lácteos son la mejor fórmula para lograr el reconocimiento del trabajo y el esfuerzo de los ganaderos y, por ese motivo, han de ser documentos vivos capaces de adaptarse a las circunstancias del mercado a través de referenciaciones fiables, públicas y objetivas.

Si el estudio de costes de producción del ministerio sitúa las pérdidas de las granjas en un euro por cada litro producido habría que sumar otros 3,2 euros de lo que ha subido la alimentación y que no se ha tenido en cuenta ni en los viejos contratos ni en las ofertas que estas semanas están haciendo las industrias a los ganaderos.

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