Unas 400 personas asisten a las charlas sobre medicamentos veterinarios en Zaragoza

Más de 400 personas asistieron al ciclo de tres conferencias enfocadas a la actualización de conocimientos relacionados con la Ley del Medicamento, impartidas por tres veterinarios de prestigio y organizadas por el Colegio de Veterinarios de Zaragoza.

Las resistencias antimicrobianas (RAM) suponen una amenaza cada vez mayor para la salud pública y requiere medidas por parte de todos los sectores. Se producen cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) sufren cambios al verse expuestos a los antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivíricos, antipalúdicos o antihelmínticos, por ejemplo). Como resultado, los medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas.

El ciclo se inició el 8 de febrero con la ponencia titulada ‘¿Qué me van a exigir en una inspección de medicamentos?’. La conferencia fue impartida por el asesor técnico de la Dirección General de Alimentación y Fomento Agroalimentario del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Ramón Nasarre Grúas.

Durante su exposición, a la que asistieron más de 120 colegiados de diferentes sectores de la profesión, se abordaron temas como la comunicación de los depósitos de medicamento veterinarios existentes, los registros de entrada y salida de los medicamentos en los centros veterinarios y entidades ganaderas, el registro de usos de estupefacientes y las condiciones de mantenimiento de los diferentes medicamentos.

En palabras de Ramón Nasarre, “un diagnóstico preciso, acompañado de un tratamiento y prescripción adecuados es fundamental para el control de las enfermedades animales y la aparición de resistencias de antimicrobianas”.

Luis Miguel Cebrián (distinguido el pasado año 2016 con el premio Colegio de Veterinarios de Zaragoza a la trayectoria profesional) impartió el 15 de febrero la ponencia titulada ‘Prescripción veterinaria, ¿cómo tengo que cumplimentar los diferentes tipos de recetas?’.

En su exposición, que siguieron atentamente más de 120 colegiados de todos los sectores de la profesión veterinaria, el ponente dejó patente la importancia de la receta veterinaria y su correcta cumplimentación como garantía de trazabilidad.

Abordó como cumplimentar las recetas ordinarias y las recetas excepcionales, tanto en animales de compañía como en animales de producción, e informó sobre cómo se deben cumplimentar las recetas para piensos medicamentosos.

Otro tema que se trató fue el de los diferentes canales de dispensación y las incompatibilidades entre el prescriptor y el dispensador, así como la figura del depósito de medicamentos veterinarios y el uso del botiquín.

También se informó de los requisitos de las recetas de estupefacientes y de cómo se deben llevar sus registros y los de sustancias psicótropas.

El ciclo de conferencias tuvo su continuación el día 1 de marzo con la charla ‘Responsabilidades del veterinario prescriptor’, impartida José Andrés Gil Berduque, funcionario del Ministerio de Agricultura (CNV) y coordinador de Relaciones Agropecuarias en el área funcional de Agricultura de la Delegación del Gobierno en Zaragoza.

La ponencia trató sobre la responsabilidad del veterinario prescriptor, centrándose en la responsabilidad penal, administrativa, civil y corporativa que el veterinario adquiere al prescribir medicamentos, mezclas medicamentosas, piensos medicados, etc.

Cada una de esas responsabilidades fue pormenoriza por el conferenciante, que informó sobre las posibles sanciones penales y económicas, que pueden llegar hasta la inhabilitación, con ejemplos ilustrativos en forma de sentencias penales públicas recientes, expedientes sancionadores administrativos y resoluciones civiles con sus correspondientes sanciones de tipo económico.

La conclusión final, a tenor de lo expuesto, debe hacernos pensar, en si realmente el veterinario conoce suficientemente las normas que rigen el ejercicio de la profesión y, lo más importante, en palabras del conferenciante: “aprender a valorar nuestra firma”, porque de lo contrario, el veterinario puede estar expuesto a sanciones económicas e inhabilitación para el ejercicio de la profesión e incluso penas de cárcel.

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