Las principales conclusiones de los investigadores reunidos en las Jornadas Científicas Internacionales sobre la Leche Cruda que se han celebrado en Valencia no dejan lugar a dudas: el consumo de leche cruda y productos elaborados con ella tiene beneficios sobre la salud, sobre todo a la hora de evitar enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico pero no exclusivamente:

• Una serie de estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo de leche cruda actúa como factor de protección ante enfermedades como asma y alergias (Braun-Fahrländer et al., 2010 y Loss et al., 2011).
• Un estudio clínico en niños con alergias múltiples ha demostrado que estos no toleran la leche pasteurizada pero sí la leche cruda (Abbring et al., 2019).
• Los quesos de leche cruda contienen una cantidad significativamente mayor de ácido fólico.
• Una investigación in vivo hecha en ratones ha demostrado que ciertos quesos de leche cruda pueden reducir significativamente el colesterol y mejorar la capacidad antioxidante.
• Los quesos de leche cruda son una excelente fórmula para introducir microorganismos funcionales en la dieta.
• El consumo de leche cruda parece contribuir significativamente a la protección infantil ante la dermatitis atópica y las alergias alimentarias.

Los investigadores reunidos en Valencia han concluido que son necesarios más estudios para entender perfectamente cuál es la razón de que la leche cruda y los quesos de leche cruda tengan estos beneficios sobre la salud humana pero han destacado también que es la riqueza de la diversidad microbiana que contienen estos alimentos lo que parece estar detrás de ello. Una riqueza microbiana que, a la vez, sirve como protección ante los patógenos. Se ha demostrado, por ejemplo, la inhibición de microorganismos peligrosos como la listeria en los quesos elaborados con leche cruda, según publica Feagas.