Un proyecto para controlar la tuberculosis a ambos lados de los Pirineos

La tuberculosis animal es una enfermedad bacteriana que afecta principalmente a vacas, cabras y algunos mamíferos silvestres, causando un elevado impacto económico y social sobre el sector ganadero y suponiendo también un riesgo de infección para las personas. Desde hace años, España y Francia luchan contra esta enfermedad para evitar las pérdidas de productividad y de valor genético, además de la restricción de movimientos y comercio de productos animales. Aunque la prevalencia de la enfermedad es baja en la región transpirenaica, siguen apareciendo brotes en granjas de ambos lados de la frontera y los programas de erradicación locales suponen un elevado coste económico, además de la desconfianza que se genera sobre su eficacia por parte del sector ganadero.

Ante esta problemática, el proyecto Innotub creará y consolidará una red transfronteriza multidisciplinar para reforzar vínculos y crear sinergias entre los diferentes actores implicados en los programas de control de tuberculosis animal de la región transpirenaica.

El proyecto está coordinado por el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y, además de con la UAB, cuenta con la participación de la Agencia Francesa para la Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional (ANSES), el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER) y la Escuela Nacional Veterinaria de Toulouse (ENVT).

Uno de los objetivos principales de la red es profundizar en el conocimiento de la enfermedad para identificar les factores de riesgo asociados a la aparición de brotes en la región. Por otro lado, “mejoraremos las pruebas de diagnóstico y evaluaremos posibles vacunas y otras herramientas de control de la enfermedad”, explica Bernat Pérez, investigador principal de la línea de tuberculosis en el IRTA-CReSA. Otro de los aspectos en los que trabajará el proyecto es la mejora de las medidas de bioseguridad en las granjas. “El objetivo es evitar contagios entre animales domésticos de las mismas granjas, pero también el contacto con los animales silvestres”, explica Alberto Allepuz, investigador del Departamento de Sanidad y Anatomía Animales de la UAB e investigador del IRTA-CReSA. Según los investigadores, algunos animales como el jabalí y el ciervo pueden actuar como reservorio de la enfermedad y transmitirla al ganado. Además, recientemente se han identificado el tejón y algunos roedores silvestres como otros potenciales reservorios.

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