Manuel Luque, director gerente de la Federación de Asociaciones de Ganado Selecto (Feagas) y José Manuel Melendi, del departamento técnico, han recibido en la sede de la Federación a Jhon Fredy López Gómez, CTO de Celotor, que se encuentra en España presentando su proyecto.

Celotor es un detector de celo bovino que detecta la monta de las vacas en celo, envía mensajes de texto al ganadero y guarda registros en la web. Así, el ganadero puede controlar de una manera sencilla y eficaz las hembras que están en celo y que han sido montadas, facilitando el proceso de reproducción y cría tanto si esta se realiza por monta natural o por inseminación artificial.

Según ha explicado López, el celo bovino se da cada 21 días y sólo durante unas horas, por lo que es muy importante para una explotación ganadera, tanto a nivel productivo como económico, tener localizadas a las vacas que están en celo para proceder a su inseminación o a la monta natural dentro de ese breve período de tiempo.

En Colombia, que es donde se ha desarrollado la primera parte de este proyecto innovador que aúna sencillez con tecnología, los ganaderos controlan este proceso de manera visual, un sistema que está teniendo unos resultados favorables en un 50% de los casos, mientras que a través de Celotor, tal y como indica su CTO “este porcentaje está llegando al 95%”.

Este detector consta de un cinturón lector que se coloca en el pecho del macho y de un chip que se inyecta en la base de la cola de las hembras. Durante la monta, un animal está arriba del que se deja montar, de tal forma que el cinturón lector queda sobre el chip inyectado y lee la identificación de la vaca en celo para proceder al envío del mensaje que avisa al ganadero.

Tras cuatro años de investigación y desarrollo, el dispositivo lleva en el mercado latinoamericano un par de años y ahora llega a nuestro país para intentar hacerse un hueco en el manejo de nuestro ganado.

De momento sólo se ha probado al ganado bovino porque es lo que predomina en Colombia, tal y como ha indicado López, pero esta tecnología podría aplicarse a cualquier especie realizando unos simples ajustes en el arnés destinado al macho.