Un brote de tuberculosis obliga a sacrificar 660 vacas en Quintanar de la Sierra (Burgos)

El sacrificio obligado de 660 vacas en Quintanar de la Sierra -nada más y nada menos que el 95% de su cabaña ganadera- por la aparición de un brote de tuberculosis bovina ha tenido un gran impacto en la opinión pública de la provincia de Burgos, tanto por la magnitud y rotundidad de la medida veterinaria, como por el temor a una extensión de la infección, según publica Diario de Burgos.

En la provincia pastan 61.820 reses repartidas entre 949 explotaciones, y durante la campaña de saneamiento ganadero de 2015 sólo se ha detectado esta infección en 11 establos. Según informan desde el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta, este ganado enfermo se ha localizado principalmente en la Unidad Veterinaria de Salas de los Infantes, aunque también ha habido un caso en la demarcación de Aranda de Duero, en Miranda de Ebro y en el Valle de Mena y Villarcayo.

“La prevalencia de la enfermedad en la provincia es del 1,16% (explotaciones positivas/explotaciones saneadas), esto significa que en el 98,84 % de las explotaciones de ganado vacuno se han obtenido resultados negativos. Este porcentaje -añaden- es aún más favorable en cuanto al número de animales que no reaccionaron a las pruebas diagnósticas: el 99,29% de las reses no tuvieron ningún problema con esta enfermedad. Dicho de otra manera de 100 animales ni siquiera uno es positivo”.

Todos los animales que dan positivo son sacrificados obligatoriamente. El ganadero recibe una indemnización en función de si la res es para carne o para producción de leche y de su edad. En la campaña del pasado año, en la provincia se pagaron unas indemnizaciones de 202.985 euros.

Los ganaderos cuyas explotaciones han sido objeto de vaciado sanitario (sacrificio de la totalidad de los animales como es el caso de las diez de Quintanar de la Sierra) tienen derecho a solicitar una ayuda para la reposición de su ganadería (Orden AYG/847/2015, de 5 de octubre). El montante máximo de la ayuda no excede el 50% de la inversión realizada en la compra de animales de reposición.

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