El título de este sábado parece una perogrullada, pero no lo es. Esta historia arranca en el año 2016 cuando la Organización Interprofesional Láctea (Inlac) lleva a cabo una prospección sobre las posibilidades de identificar y cuantificar las leches utilizadas en los quesos de mezcla, ante las sospechas de algunos grupos de ganaderos de que no se cumplen las normas puestas en el etiquetado. De esta forma, se contacta con centros de investigación, laboratorios de análisis privados, centros tecnológicos y laboratorios oficiales con el fin de saber si existía una metodología adecuada. De hecho, se realiza con Cetal un estudio sobre la cuantificación de leche de vaca en quesos mediante análisis de las caseínas. Por lo tanto, se concluye que no hay una metodología fiable para realizar la cuantificación en quesos de mezcla.

Con estos datos preliminares encima de la mesa y considerando el asunto de importancia prioritaria, Inlac se ha embarcado en un proyecto denominado ‘Caova Mix Cheese’, en el que se busca desarrollar técnicas que solas o en combinación permitan la detección y cuantificación pretendidas. Por lo tanto, se ha considerado perfectamente justificada la realización del proyecto y se ha acordado solicitar una subvención para buscar esa herramienta que permita la cuantificación en quesos de mezcla.

Desde luego, son buenas noticias para el sector. Siempre hemos apostado en este rincón del fin de semana por la transparencia y la información. Para que los consumidores respeten el producto que comen, deben saber a ciencia cierta lo que se están llevando a la boca.