#sábadocanalla: Por favor, no perviertan nuestros productos

El verano da para muchas alegrías, pero también puede dar para muchos sinsabores. Y algún que otro sobresalto. Cualquier día de playa se puede fastidiar de la manera más inoportuna, como le ocurrió durante el pasado periodo estival a una parte de estos peculiares canallas que formamos VACUNO DE ÉLITE. Visitando una tienda cualquiera de una localidad cualquiera cercana a una playa cualquiera de Cantabria, uno se encuentra con un producto que no esperaba encontrarse jamás. Un producto que provoca que los pelos del cuerpo se ericen ante un descubrimiento increíble. Los sobaos realizados con margarina. Mejor dicho, un producto que se parece al sobao que está fabricado con margarina. Casi mejor, que le llamaran sobado, porque el sobao de toda la vida está hecho con mantequilla. De leche de vaca de Cantabria. No de aceites vegetales.

Es la obsesión que uno se encuentra a cada paso en esta vida. Los productos presuntamente más saludables, con menos grasas, con unas presentaciones más modernas… Uno puede entender que se intente llegar al mercado de otra forma, que los consumidores de ahora se parecen muy poquito a los de hace medio siglo… Pero de ahí a pervertir un producto como el sobao, va un trecho. Si se hace con margarina, es otro producto. La margarina es vegetal y la mantequilla es animal, procedente de leche de vaca. La diferencia es más que palpable. Durante las décadas de los 80 y los 90, las margarinas vencieron la batalla contra la mantequilla, diciendo que se trataba de un producto más saludable. ¿Cierto? Para nada. Cuesta muchos años recuperar la credibilidad de un producto entre los consumidores, como por fortuna está ocurriendo ahora con la mantequilla. Y que ahora veamos un producto tan tradicional como el sobao, además de una marca prestigiosa, fabricado con margarina… Por favor, cuiden nuestros productos más tradicionales. No los perviertan.

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