#sábadocanalla: No te olvides del vacuno en las compras

Marca la tradición que el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, es la fecha indicada para vestir la casa con los adornos navideños, el árbol y el belén… o lo que cada uno quiera para su propia vivienda. Por lo tanto, se da el pistoletazo de salida a la etapa más consumista del año por antonomasia, en la que todos prácticamente sin excepción nos lanzamos a comprar cestas de Navidad, regalos para la doble llegada mágica de Papa Noel y los Reyes Magos, y tener opíparas cenas con los familiares, amigos o compañeros de trabajo para celebrar que queremos ser más felices.

No queremos resultar demasiado amargados en nuestras reflexiones, pero lo cierto es que el espíritu navideño, que es algo por sí solo positivo sobre todo con la ilusión que lo viven los más pequeños de la casa, se oculta detrás del consumo voraz que a todos nos rodea.

Al menos, sepamos buscar el lado positivo a esas compras navideñas. Exijamos que en el menú de la fiesta de la oficina haya solomillo de ternera o entrecot… y natillas de postre. Llenemos nuestras cestas navideñas de cuajadas y cecinas. Regalemos a nuestros seres queridos viajes a explotaciones de agroturismo, para que conozcan más este sector nuestro. Cocinemos con los más pequeños un bizcocho con leche en las frías tardes invernales. Saquemos del cajón de arriba del armario la yogurtera de nuestras madres y volvamos a recuperar sabores olvidados.

Si no ofrecemos resistencia al consumismo, que sea por el sector vacuno.

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