#sábadocanalla: Mezclando churras con merinas

Hay que tener mucho cuidado con las noticias que leemos. Y con lo que deciden en ocasiones los poderes públicos, más pendientes de atender las demandas de los grupos con mayor influencia que de establecer un bien común real. Según leemos en el medio Metrópoli Abierta, la ciudad de Barcelona se ha comprometido a reducir el consumo de carne hasta una media de 300 gramos por persona y día y a rebajar un 50% el desperdicio alimentario, según ha anunciado Greenpeace en un comunicado. Eso se llama mezclar churras con merinas. ¿Qué tendrá que ver el consumo de carne con el desperdicio alimentario? Se mezcla un bien que todos perseguimos, que es evitar que se desperdicie comida, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en un planeta que hay tantas necesidades, con reducir el consumo de carne, olvidando que se trata de la mejor forma que tenemos de ingerir proteína.

Hay otras noticias que pasan desapercibidas, pero que desde este rincón sabatino no dejamos escapar fácilmente. Así leemos en Geriatricarea que la jefe de la Unidad de Medicina, Endocrinología y Nutrición, del Departamento de Deporte y Salud de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, señaló que “la carne es fuente de proteínas de gran calidad con un alto contenido en leucina, que estimula el anabolismo proteico en personas mayores, y facilita la síntesis muscular, así como en creatina, con lo que se puede conseguir la disminución del proceso de sarcopenia”.

O esta otra que leemos en ABC. “El prestigioso doctor Antonio Escribano, endocrinólogo catedrático en Nutrición Deportiva y director de Nutrición de la Real Federación Española de Fútbol, posiciona la carne en general, y la roja en particular, como un elemento esencial en la dieta del deportista debido a que posee, entre otros beneficios, más de un 20% de proteínas de alto valor biológico”. Sin más comentarios.

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