#sábadocanalla: ¿Las vacas ya no contaminan?

Lo hemos leído, oído y visto durante multitud de ocasiones en las semanas que llevamos de confinamiento, tanto en España como en otras partes del mundo. Para muestra, un botón. Información de la prestigiosa CNN: “Baja la contaminación en Europa gracias a la cuarentena por coronavirus. La Agencia Espacial Europea informó que hay una reducción en el nivel de contaminación en varios países del bloque a raíz de la cuarentena ocasionada por el Covid-19. La ciudad más beneficiada ha sido París, con una baja de 54% en la polución”. Otro botón. La misma Greenpeace, cuando apenas se llevaba una semana de confinamiento en España: “Los valores medios de dióxido de nitrógeno apenas han alcanzado el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). En Madrid, desde que el martes 10 de marzo comenzasen las primeras medidas de contención, como el teletrabajo o la suspensión de clases, los niveles de NO2 han bajado día tras día. Una reducción que se hizo patente a partir de la aplicación del estado de alarma el sábado 14, medida que limitaba drásticamente el uso del vehículo particular”.

Esta situación contrasta con lo que nos hemos hartado de escuchar durante años. Decían que la ganadería intensiva era la máxima responsable de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estudios científicos, o quizás pseudocientíficos, asociaciones de todo tipo… siempre señalando a la ganadería. ¡Qué casualidad! En estos tiempos, uno de los sectores que no ha parado ha sido la ganadería, para garantizar el abastecimiento de alimentos a la sociedad. Por lo tanto, la ganadería a pleno rendimiento y la contaminación baja. ¿No estaba siendo la producción primaria el chivo expiatorio de toda esta película? Los datos así lo apuntan.

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