“Las nuevas tecnologías convierten la actividad agraria en una opción profesional más atractiva para jóvenes y mujeres. Además, logran fijar la población en el medio rural gracias a una actividad agroalimentaria más competitiva y sostenible económica, social y medioambientalmente”, afirmó Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, en la presentación de ‘DatAgri 2019’. Sin duda, el representante del Ministerio dio exactamente en el clavo. Y ha avanzado medidas, como es la puesta en marcha de un centro de competencias digitales para elaborar acciones formativas en el ámbito de la formación no reglada, oficinas de transformación digital para desarrollar programas de formación y asesoramiento en transformación digital, así como de un grupo de trabajo de agricultura de precisión.

Además, España acogerá un seminario europeo para promover la formación en la adquisición de habilidades digitales. Un aspecto importante es que las nuevas tecnologías puedan tener su reflejo en la futura Política Agraria Común (PAC) a partir del año 2020. La innovación y la digitalización del sector agroalimentario y del rural debe ser un objetivo clave.

El futuro de la economía en general pasa por la digitalización y los retos del medio rural, tanto territoriales como sectoriales, deben afrontarse desde la adaptación digital. Está claro que es la única forma en la que los jóvenes decidan seguir en la actividad primaria. Hay que avanzar en ese sentido. La tecnología nos asegura el futuro.