Los canallas de VACUNO DE ÉLITE llevamos dando vuelta al asunto durante tiempo y no acabamos de llegar a ninguna conclusión medianamente razonable. Mientras en otras producciones agrícolas y ganaderas proliferan las figuras de calidad, en nuestro querido subsector del vacuno lechero, se tratan de pequeñas excepciones. Tampoco es que pretendamos llegar a la implantación espectacular que tienen sectores como el vino, pero por poner un ejemplo cercano, un primer paso sería llegar al vacuno de carne, con algunas IGPs como Ternera Gallega o Ternera Asturiana que tienen una fuerte presencia en el mercado y una visibilidad cada vez más amplia, lo que les permite diferenciarse.

Es cierto que hay iniciativas plausibles. Pero siendo sinceros, son proyectos que se han quedado inconclusos, no están cerrados del todo. Ideas como la ya casi prehistórica ‘Leche cooperativa’ o avaladas por una Especialidad Tradicional Garantizada como es la ‘Leche certificada de granja’, no llegaron a alcanzar el reconocimiento deseado. Existen otros paraguas de calidad agroalimentaria de base amplia que amparan a la leche, como es el caso de la marca ‘Tierra de Sabor’ en la comunidad de Castilla y León.

No vamos a ser nosotros los que ahora tiremos por tierra estas iniciativas, porque todas ellas recibirán nuestro apoyo. Lo que sí es cierto es que se han quedado a medio gas, seguramente por la idiosincrasia propia de un sector lechero que sigue empeñado en que su producto no se revalorice, que se amontone en los palés de los supermercados con ofertas aberrantes y que parezca que todo es lo mismo, con la única diferenciación del precio. Aquí también hay calidad. Vamos a defenderla.