#sábadocanalla: El silencioso abandono de los productores

En ocasiones, estas noticias saltan a las páginas de la prensa local. “Granja Santa Gertrudis deja de dar leche. La explotación ganadera del Grupo Empresas Matutes (GEM) en sa Plana d’en Vidal abandona los lácteos para centrarse en la ganadería orientada a la producción de carnes selectas, según confirmó ayer una portavoz. Con esta reorientación del negocio, acaba la última productora de leche en activo en la isla”. Así lo contaba Diario de Ibiza, y así se escribe la penosa realidad de las ganaderías españolas de vacuno de leche.

Por desgracia, el caso de esta explotación no es ni mucho menos único en el sector lácteo español. La mala situación de precios, la falta de relevo generacional por un trabajo que exige una amplia dedicación y la falta de perspectivas de futuro están empujando a un cierre de ganaderías a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Los datos que muestra mensualmente el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) son suficientemente elocuentes. Durante el último año, el número de productores lácteos en España ha descendido desde 16.347 a 15.309 ganaderos. En términos porcentuales, se trata de una reducción del 6,3%. En números redondos, son 1.000 explotaciones menos dedicadas al sector en únicamente un año.

Es suficientemente preocupante para que alguien tome cartas en el asunto. Y que lo haga inmediatamente. Cuando nos referimos a “alguien”, nos referimos claramente a la administración. Se está destruyendo un tejido productivo y se está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria de los ciudadanos españoles. Y eso son palabras mayores.

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