Comienza agosto, el mes por excelencia del descanso, y lo hacemos en este humilde rincón sabatino con un tema que puede ser polémico, pero lo cierto es que no queremos amargarle las vacaciones a nadie. Se trata del famoso Programa Reduce.

El Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN) ha acordado junto a los representantes de las asociaciones nacionales de veterinarios y profesionales del sector de vacuno de leche la puesta en marcha del Programa Reduce. El objetivo de estos acuerdos es promocionar el uso prudente de los antibióticos y desarrollar e implantar nuevas medidas preventivas que contribuyan a la reducción de su uso. Así, se definen pautas de manejo y tratamiento con base científica para lograr el uso racional de los antibióticos y evitar la proliferación de la resistencia, según señala la organización agraria UAGA.

El programa incluye la creación de un distintivo de reconocimiento para quienes cumplan el acuerdo. La adhesión al programa es voluntaria, aunque no se sabe si en el futuro.

Está claro que la ganadería tiene que comprometerse en la reducción del uso de antibióticos, porque las resistencias de las bacterias comienzan a ser un problema de salud pública, que ya se ha cobrado vidas humanas. Sin embargo, da la impresión de que la ganadería es el ámbito en el que más se va a apretar las tuercas. ¿Será el sector primario el único que pase la factura en forma de disminución de la productividad y aumento de la mortalidad de los animales? Esperemos que no…