#sábadocanalla: Aburridos con el tema de la intolerancia a la lactosa

Hay temas que ya aburren. Por su insistencia en los medios de comunicación generalistas, porque siempre saltan a primera línea sin razón aparente cuando ya ha transcurrido un tiempo sin que se hable de ellos y porque a uno, que es muy canalla, le hace sospechar que hay intereses económicos para que se hable de esas cosas. Uno de ellos es la intolerancia a la lactosa, un tema que es cierto que afecta de forma real a una determinada población, pero que a fuerza de verlo por la televisión hace pensar al más pintado que, si un día se encuentra mal por la mañana, quizás tiene algo que ver con la lactosa… Y ya se sabe, aquí el que pierde es el consumo de leche. Y con ello, todo el sector.

Viene a colación este tema de la intolerancia a la lactosa un reportaje que hemos visto publicado durante esta semana en la prensa nacional sobre el cráneo y los huesos de una pastora que vivió hace 9.300 años en la zona de los montes gallegos. Al encargado de poner el titular de esta noticia, seguro que sin ninguna mala intención, lo que más le ha llamado la atención de la noticia es que esta mujer del mesolítico era intolerante a la lactosa, algo que no es demasiado extraño, teniendo en cuenta que el ser humano ha ido evolucionando genéticamente para acostumbrarse al consumo de la lactosa.

A nosotros, que quizás vemos las cosas de otro modo, nos ha llamado la atención que fuera acompañada por tres uros, que fuera una pastora que por los indicios que se tienen fuera en solitario llevando a estos animales, que en la infancia había sufrido un golpe que le hacía tener un traumatismo craneal fuerte con el que convivía, que tenía un fuerte dolor de muelas, que comía casi exclusivamente vegetales y que apenas medía metro y medio. Muchas más cosas además de esa intolerancia a la lactosa.

Comparte este post