¿Por qué no se puede vacunar contra la tuberculosis?

Una investigación desarrollada en el Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA) ha puesto el dedo en la llaga sobre la posible vacunación contra la tuberculosis, algo que se niega de forma en la actualidad de forma rotunda, tomando como base la actual prohibición de la vacunación según el marco legal vigente en la Unión Europea. De esta base parte un interesante artículo publicado por Bernat Pérez del Val en la página web de la entidad investigadora.
En la actualidad, la única vacuna disponible contra la tuberculosis (TB) es el bacilo Calmette-Guérin (BCG), que es una cepa viva atenuada de la bacteria ‘Mycobacterium bovis’, principal causante de la TB bovina. Esta vacuna es capaz de conferir una protección parcial en el ganado vacuno y, aunque también se han realizado estudios con otras vacunas, hasta la fecha no se ha podido demostrar que ninguna de ellas induzca una protección superior a la BCG.

En el punto en el que nos encontramos, el gran obstáculo para iniciar campañas de vacunación en regiones libres de TB es que la BCG, así como los otros candidatos a vacuna contra la TB, están basados en micobacterias enteras, ya sean vivos o atenuadas. El principal motivo por el que estas vacunas están actualmente prohibidas para su uso en el ganado se debe a la posibilidad de que los animales vacunados no estén totalmente protegidos contra la infección y, por tanto, puedan infectarse, no siendo posible distinguirlos de los animales vacunados no infectados. Las pruebas diagnósticas basadas en la tuberculina (prueba intradérmica de la tuberculina y ensayo del interferón gamma) detectaran como positivos tanto los animales infectados como los vacunados (esto se conoce como interferencia de la vacuna en el diagnóstico).

En las últimas décadas, los esfuerzos de investigación centrados en el desarrollo de pruebas diagnósticas compatibles con vacunas micobacterianas han sido considerables. Sin embargo, todavía no hay suficiente experiencia práctica sobre el uso estratégico conjunto de las vacunas y estas pruebas DIVA (diferenciación y de animales infectados y vacunados), para explorar la posibilidad de establecer un calendario que haga posible un posible cambio en la política actual de la UE. Por lo tanto, la misión de los investigadores es proporcionar suficientes evidencias acumuladas, incluyendo ensayos de campo a gran escala, que faciliten este cambio.

Así pues, teniendo en cuenta los resultados prometedores en términos de seguridad y eficacia de varios candidatos a vacuna contra la TB y los avances científicos en el desarrollo de reactivos DIVA, autorizar la vacunación como herramienta adicional para el control de la TB bovina parece un objetivo realista.

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