Manejo, estrés por calor y gestión de recursos humanos centran las jornadas de Seragro

Las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche que organiza anualmente la cooperativa Seragro reunieron a más de mil personas en el auditorio de la Facultad de Veterinaria de Lugo. La presidenta de Seragro, Noelia García Santoalla, repasó en el acto de inauguración de esta decimoquinta edición los motivos por los que se comenzaron a hacer estos encuentros y por los que siguen teniendo lugar. Unas jornadas que nacieron, según dijo, como “un evento de formación práctica y novedosa, aplicable en granja y que fuese, al mismo tiempo, una experiencia de intercambio entre ganaderos”.

Santoalla remarcó que este decimoquinto año es una cifra para recordar y que “todos y cada uno de los asistentes lo hacen posible, siendo imprescindibles para volver a tener la edición dieciséis”. El acto de apertura remató con un vídeo en homenaje a Pedro Codesido, podólogo de la entidad fallecido este pasado año.

El primer invitado en subir al escenario fue el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria de Lleida Llaume Lloveras, que ofreció una ponencia centrada en los principales aspectos de la fertilización nitrogenada del maíz, por ser este el elemento central de este cultivo.

El experto dio respuesta a cinco preguntas que se deberían formular siempre antes de abonar: ¿Qué elementos fertilizantes se deben aplicar? ¿En qué cantidades? ¿En qué momento? ¿Qué modo de aplicación? ¿Qué tipo de fertilizante?. Lloveras dejó claro que no existe una receta única y que estas respuestas variarán en función de elementos como la fertilidad y el tipo de suelo, la pluviometría, el tipo de riego, la rotación con otros cultivos, el precio del maíz y su relación con el precio del fertilizante, etc. No obstante, concluyó con una idea clara y escueta: “Una aplicación excesiva de nitrógeno o de cualquier otro elemento mineral no suele implicar mayores rendimientos y sí puede contaminar, con lo cual se perjudica tanto el bolso como el medio ambiente”. Insistió, además, en la importancia de analizar el suelo y de ver esta acción “como una inversión y no como un gasto” para acertar en el tipo de fertilización que se precisa en cada caso.

Fue después el turno del ganadero y veterinario del Servicio de Alimentación de Seragro Javier Liste, que centró su presentación en cómo manejar las vacas sin estrés. Explicó que es el estrés, cuáles son sus consecuencias en la vaca y cómo esta lo percibe, a fin de evitar que la acción humana tenga una repercusión negativa en el proceso productivo.

Liste profundizó en el comportamiento de las vacas dentro de la granja, en cómo se relacionan con el resto de los animales y con el entorno, cómo interactúan con los operarios que tratan con ellas y a qué le tienen miedo. Todo esto para que tanto ganaderos como empleados sean capaces de “comprender la forma que las vacas tienen de percibir el mundo” y trabajar al ritmo que ellas marcan, “despacito”, proporcionándoles bienestar animal y con la premisa de que “es la única manera de alcanzar la máxima productividad de la que son capaces”.

El ponente incidió en que para conseguir vacas que no se estresen cuando las movamos “debemos realizar un buen entrenamiento desde pequeñas y entrar a diario en todos los lotes, especialmente en los de novillas”. Seguidamente,  abordó cómo llevar a cabo de la manera más idónea algunas acciones del día a día: cómo mover una vaca, cómo meterla en la sala de ordeño, cómo colocar el baño de los pies, cómo amarrarla en la cornadiza, cómo actuar en la paridera, etc.

A continuación el auditorio recibió a Arturo Gómez, un veterinario villalbés que asesora ganaderías en medio mundo, entre ellas Almarai, una explotación de 25.000 vacas en Arabia Saudí. El experto habló de estrés por calor y de calidad del aire, dos conceptos muy ligados entre sí y de cuya mejora puede depender, en gran medida, la eficiencia de la granja.

Gómez aseguró que la acumulación de microorganismos (bacterias y hongos) vivos o muertos es una buena medida de la calidad del aire requerida en una explotación. En relación a esto, diversos estudios muestran que, de media, los establos presentan niveles de contaminación microbiana entre 10 y 100 veces más que los límites recomendados, siendo un factor importante relacionado con el incremento de enfermedades respiratorias y con la disminución del rendimiento productivo. En este sentido afirmó que “en Galicia, un mínimo de diez intercambios por hora del volumen del establo garantizarían una calidad excelente del aire, aunque durante las estaciones con temperaturas más elevadas, la tasa de intercambio debería aumentar a 40-50 intercambios del volumen de la explotación por hora”.

En cuanto al estrés por calor, se refirió al error de comparar el nivel de confort humano con el nivel de confort de la vaca, cuando no son niveles coincidentes –en vacas de producción el nivel de confort se sitúa entre los 4 y los 15 °C–.

Después de demostrar que en Galicia sí existe estrés por calor en determinadas épocas del año y que, por lo tanto, es necesaria y justificada la inversión en sistemas de control, el experto abordó las estrategias más empleadas para combatirlo, tales como la ventilación natural y mecánica, la aspersión de agua para enfriar los animales –fundamental en combinación con el movimiento de aire–, la sombra y el aislamiento, la importancia de la ingestión de agua adecuado y determinadas estrategias nutricionales.

Ya por la tarde, el veterinario levantino Francisco Sebastián, que en la actualidad desarrolla su labor profesional como asesor de granjas, compartió con los asistentes su experiencia en la contratación y formación de trabajadores asalariados, abordando aspectos como la conciliación de la vida laboral y personal o la importancia de la motivación continua de los empleados.

En su intervención, Sebastián puso ejemplos reales de granjas de diferentes tamaños para ver como organizan los turnos de trabajo y como se distribuyen las tareas en función del dimensionamiento del rebaño.

En cuanto a que un trabajador se sienta valorado y no se vaya, dijo que “no solo depende del salario que percibe, de las horas trabajadas y de los días libres de que dispone, sino que también hay que hacerlo partícipe de ciertas decisiones, compartir resultados de consecución de objetivos y, paulatinamente, aumentar sus responsabilidades dentro de la empresa para que se sienta orgulloso del grupo al que pertenece”.

La última conferencia del día, titulada `Tres maneras de vivir el relevo generacional´, corrió a cargo de representantes de tres reconocidas ganaderías gallegas –Sar SL (Touro), SAT O Chope (Silleda) y SAT As Pandas (Vilalba)–. Todas tienen en común su apuesta por el asociacionismo como manera de afrontar el relevo generacional, de aumentar su capacidad productiva y de mejorar la gestión del negocio y su calidad de vida.

La jornada finalizó con un encuentro ganadero como espacio para el intercambio de opiniones entre los asistentes.

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