Los retos comunes de los jóvenes cooperativistas

Valencia acogió el I Congreso de Jóvenes Cooperativistas, organizado por Cooperativas Agro-alimentarias de España y por la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de la UE, COGECA, en el que han participado más de 300 jóvenes de distintos países de la Unión Europea.

El objetivo del encuentro no era otro que el de escuchar a los jóvenes europeos, que aporten ideas y expliquen sus necesidades con el fin de trabajar conjuntamente para fomentar el relevo generacional y conocer de primera mano qué pueden aportar las cooperativas a estos jóvenes agricultores y ganaderos para que puedan permanecer en el sector agrario y en el medio rural. El reto del relevo generacional es hoy una cuestión de vital importancia a nivel europeo y aún es más preocupante en España, donde solo el 8% de las explotaciones tiene al frente titulares menores de 40 años.

Las mesas redondas en las que debatieron los jóvenes destacaron varias necesidades y problemática con las que se están encontrando los jóvenes que se han incorporado al sector y quieren vivir de él, así como los jóvenes a los que les gustaría hacerlo pero no están encontrando los apoyos necesarios para tomar la decisión. La rentabilidad de las explotaciones, el apoyo financiero para comenzar con la actividad o menos dificultades para acceder a las tierras o la falta de servicios y limitaciones tecnológicas del propio medio rural, fueron algunos de los factores en los que los jóvenes insistieron que están encontrando más barreras. Además, explicaron que las ayudas de la PAC, basadas en apoyos a la tierra y bases históricas, no están favoreciendo el relevo generacional, sino todo lo contrario. Respecto a cómo las cooperativas pueden contribuir a fomentar la incorporación de jóvenes al sector agroalimentario, destacaron la estabilidad que proporciona el pertenecer a una cooperativa, el acceso a más servicios, el asesoramiento y la formación.

“Tenemos un problema de financiación. Si te quieres incorporar desde cero es muy difícil. Compramos a precios de 2019 pero vendemos nuestros productos a precios de hace 20 años”, denunció Marcos Garcés, de la cooperativa Cereales Teruel. Además, “hay que definir bien a quien dar las ayudas y no crear una competencia entre los propios agricultores porque unos reciben ayudas y otros no”. “La PAC no es una ayuda vitalicia, con derechos históricos y vinculados a la tierra que no funcionan”, añadió Mª Angeles Rosado, de la SAT Coagral (Guadalajara), quien criticó además el abandono de las zonas rurales y la falta de servicios básicos. “Tenemos menos protección que las avutardas”, dijo.

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