Las pequeñas ganaderías familiares son el eje sobre el que pivota la dehesa cordobesa

La dehesa es un ecosistema propio de las áreas mediterráneas de la Península Ibérica con etiqueta de sistema de Alto Valor Natural por el valor de sus servicios ecosistémicos y su papel como conservadora de la biodiversidad. La imagen de los vastos territorios atravesados por encinas y alcornoques donde pasta la ganadería extensiva es la más recurrente a la hora de ilustrar el tema.

En busca de un análisis exhaustivo de la situación de las explotaciones ganaderas de dehesa de las zonas de Los Pedroches y el Valle del Guadiato, un grupo de investigación del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Córdoba ha llevado a cabo un estudio en el que revelan cuáles son las características de un grupo de explotaciones de dehesa cordobesas del sector vacuno de carne asociadas a una cooperativa de cebo, según destaca Agroinformación.

Explotaciones pequeñas en las que destaca la tierra en propiedad (73%) con un predominio de la mano de obra familiar (61%) y en las que se combinan varias especies ganaderas, entre las que sobresale el tándem vacuno – porcino ibérico (53%) son las características que aparecen al profundizar en la imagen típica de la dehesa.

Este estudio forma parte de un análisis integral de toda la cadena de producción, que comienza con la gestión del ganado en la dehesa cordobesa y termina en la comercialización, incluida la exportación, del producto. El análisis de la situación de partida y la integración del conjunto de la información, es lo que permitirá la mejora de un sistema productivo en el que, además de proteger los recursos medioambientales que definen a la dehesa como ecosistema, se torna necesario el blindaje de la estabilidad económica de las empresas del sector ganadero.

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