La carne de vacuno de Andalucía es respetuosa con el medio ambiente

Tras la publicación de un informe de la ONU sobre el cambio climático y la alimentación, donde sale mal parada la carne de vacuno especialmente, y ante la importante preocupación generada por este asunto, desde COAG Andalucía se quiere manifestar que en Andalucía se puede estar tranquilos, ya que la carne de vacuno es de máxima calidad y las ganaderías son respetuosas con el medio ambiente.

Y es que, según defiende COAG, la ganadería de vacuno andaluza, localizada fundamentalmente en las provincias occidentales, tiene unas especiales características al ser extensiva. En este sentido, se ha manifestado el responsable de Vacuno de Carne de COAG Andalucía, Enrique Acción, quien ha explicado que “la nuestra es una ganadería de modelo sostenible, en la que las vacas están al aire libre, pastando, en perfecto equilibrio medioambiental, y cumpliendo además con una importante función, que es la de prevenir incendios”.

Por todo ello, el responsable de vacuno de carne de COAG, ha insistido en que “los ganaderos andaluces de vacuno de carne no nos sentimos aludidos por las críticas en torno a la labor ganadera y su relación con el cambio climático, porque precisamente la nuestra es una ganadería que favorece el medio ambiente, al no ser industrial”.

En relación a este asunto, Enrique Acción ha comentado que la ganadería industrial es la que se encuentra en los países terceros con los que, recientemente, la Unión Europea ha firmado acuerdos comerciales para importar carne de vacuno: “Esto es una barbaridad y una contradicción –ha afirmado-, ya que por un lado están constantemente haciendo campaña mediática contra la carne de vacuno y, por otro lado, están favoreciendo las importaciones de países terceros, donde se practica una ganadería industrial de producción a gran escala y enfocada a la exportación y al comercio mundial, para colmo, no existen las mismas normas de seguridad alimentaria que aquí. Por ejemplo, en EEUU sí está permitido la utilización de hormonas para crecimiento y engorde del vacuno. En definitiva, se trata de una hipocresía que va a castigar aún más a nuestros ganaderos, que ya demasiado están sufriendo por los bajos precios que se les paga por la carne, los más bajos de los últimos tres años”.

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