Existe preocupación en el sector de la carne español y no es para menos: su consumo cayó en España a 47 kilos por persona al año, según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, lo que supone tres kilos menos que el año anterior. Y el declive no es puntual: llevamos una década de descenso del consumo, coincidiendo con el inicio de la crisis económica, según refleja 20 Minutos.

El director general de Provacuno, Javier López, explica que “dentro de una dieta variada y equilibrada, la carne de vacuno es un alimento esencial en nuestra dieta mediterránea, en todas las etapas de la vida, precisamente por sus propiedades nutricionales y los beneficios que estas tienen en nuestro organismo”.

Con esta caída del consumo interno, la exportación es clave para el sector cárnico español, de hecho es el principal sector exportador de la industria agroalimentaria. Portugal, Francia e Italia son los países que más carne de vacuno española importan, aunque es Alemania donde más creció en el año 2017.

Por su parte, la irrupción en el mercado asiático ha sido lenta, pero su potencial de presente y futuro es básico para el sector español por su gran número de habitantes y su nivel económico. China y Japón son los principales mercados donde ponen los ojos los productores españoles, pero también está creciendo mucho la exportación de carne española a países como Filipinas, Singapur, Corea del Sur o Vietnam.