Krone: listos para afrontar nuevos retos

Tras un comienzo relativamente del año fiscal 2019/2020 (1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020), todas las divisiones de negocio se vieron afectadas desde principios de 2020 por el Covid-19. Con la pandemia como principal protagonista, otras cuestiones como las negociaciones del Brexit y ciertas medidas proteccionistas a la importación quedaron relegadas a un segundo plano, a pesar de tener un impacto significante en las actividades internacionales del Grupo Krone.

Mientras que la división de maquinaria agrícola continuó creciendo, no pasó lo mismo con los Vehículos comerciales. Durante el último ejercicio fiscal, el Grupo Krone generó ventas por un total de 1,9 billones de euros (2,2 billones en el ejercicio previo). De las ventas en Alemania, el 32,9% fueron a la división agrícola y el 66,8% a los vehículos comerciales. Las ventas en Alemania supusieron un 29,3% del total (el ejercicio previo fueron 30,9%). Las exportaciones supusieron, por tanto, el 70,7% de las ventas (en comparación con el 69,1%)

 

Recursos humanos

El Grupo Krone empleó el pasado ejercicio a un total de 5.375 trabajadores en más de 15 países (el ejercicio previo fueron 5.292). Este número incluye un total de 293 becarios (frente a 270).

 

Patrimonio y recursos

En el ejercicio fiscal 2019/2020, el balance se mantuvo en los 1.333,6 millones de euros (el ejercicio anterior fueron 1.305,5 millones). El total de las inversiones, 60,2 millones de euros (frente a 92,9 millones) se compensaron con depreciaciones por un total de 37,2 millones de euros. Este crecimiento se atribuye principalmente a inversiones realizadas en diversas fábricas y edificios de oficinas.

La liquidez aumentó en 69,6 millones, hasta alcanzar los 205 millones de euros. Esto se debió principalmente al descenso en la cuenta de acreedores, servicios ofrecidos y stock. Los fondos propios aumentaron desde los 585,1 a 588,7 millones de euros al cierre del ejercicio. El ratio de equity se mantuvo estable, 44,1%, respecto al dato anterior (44,8%).

La deuda a medio y largo plazo aumentó de los 424,4 a 426,4 millones de euros. El Grupo dispone de un capital a medio y largo plazo de 1.015,5 millones de euros (frente a los 1.010 del ejercicio pasado). Esto abarca no solo los activos fijos, sino también las existencias y la mayoría de las cuentas por cobrar.

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Inversiones de futuro

Con el fin de incrementar tanto la calidad de sus productos como la capacidad de producción de los mismos, Krone ha estado invirtiendo de manera continua en digitalización, automatización, conectividad y sistemas telemáticos en la mayoría de sus centros de producción. En verano de 2020, el nuevo centro de validación de Lingen se convirtió en una realidad. Conocido como Future Lab, este centro de ensayos utiliza procedimientos de alta tecnología para poner a prueba la vida útil, la calidad, el funcionamiento y los componentes, todo ello impactando de manera positiva en la calidad de los productos. También cuenta con una pista de 1,2 km para hacer ensayos con vehículos autónomos.

Bernard Krone, Presidente de la Junta de Supervisión del Grupo Krone, resume el ejercicio del Grupo: “La pandemia ha puesto en valor los sectores que son realmente importante. La agricultura y los transportes están entre ellos. Si miramos al año fiscal 2019/2020, nos complace ver que Krone aumentó su cuota de mercado en las diferentes líneas de negocio. Esto se refleja con el aumento en las ventas, con 732 millones en la línea agrícola y 1,16 billones en el mercado de los vehículos comerciales, mucho más volátil que el agrícola. En general, el Grupo Krone ha alcanzado la más que respetable cifra de 1,9 billones de euros en ventas. Aunque los efectos actuales de la pandemia, junto con los factores climáticos, políticos y económicos, hacen difícil presagiar qué nos depara el futuro, prevemos que las ventas en el año fiscal actual se mantengan en la línea del ejercicio que estamos cerrando. A largo plazo, desde el Grupo Krone, vemos dos grandes tendencias. La población mundial se espera que alcance los 10 billones en 2050; toda esta gente tendrá que comer, para lo que habrá que tener máquinas agrícolas de altísimo rendimiento y una red logística de abastecimiento impecable. Esta situación nos hace ser optimistas respecto al futuro”.

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