Una treintena de tractores y cerca de 300 personas convocados por Unió de Pagesos se concentraron frente al centro comercial de Mercadona situado al norte de Vic (Barcelona) para reclamar unos precios justos para los productores de leche teniendo en cuenta la situación límite que hace años que sufren.

El emplazamiento de la protesta responde a dos motivos: por un lado, para dar un especial apoyo a los ganaderos y a las cooperativas de la zona, que a principios de mes recibieron el anuncio de su distribuidora Làctia, principal suministradora de Mercadona en Cataluña, de no renovarles el contrato, y, en segundo lugar, porque el sindicato señala que una de las causas del ahogamiento económico del sector productor son las malas prácticas comerciales por parte de las grandes marcas de distribución, que utilizan la leche como producto reclamo.

Las granjas catalanas producen una leche de gran calidad higiénica y nutritiva. Ahora bien, los precios que se pagan al productor por este alimento de máxima calidad, no cubren los costes de producirlo: el umbral de rentabilidad (es decir, el precio medio a partir del cual un ganadero empezaría a tener beneficio) es de 37,31 céntimos de euro por litro de media, aunque asciende a 39,5 céntimos para el 85% de las granjas de leche catalanas, mientras que el precio medio que percibe a día de hoy el vaquero catalán es de 33,28 céntimos.

Por lo tanto, la mayoría de granjas lecheras catalanas no cubren los costes de producir leche; en algunos casos sí que se cubren los gastos, pero no sin obtener beneficios, y, son una minoría las que sí se ganan la vida. El resultado de esta realidad es un sector productor empobrecido y endeudado.