Cosecha histórica de paja en España con aumento de la exportación a Europa

La cosecha del año del coronavirus será recordada en Burgos como una de las más abundantes de los últimos 35 veranos y no solo por el cereal en los graneros (1,9 millones de toneladas según las últimas previsiones de la Junta de Castilla y León, un 33% más que en 2019) sino también por el tallo que lo sostiene, la paja. La actividad de empacado en los campos durante julio y agosto, los almacenes repletos y la gran cantidad de camiones cargados de producto triturado y embalado en pacas con destino al mercado nacional e internacional dan fe del auge alcanzado por este negocio en los últimos años, según publica Diario de Burgos. La paja es un subproducto que se utiliza con frecuencia en explotaciones de vacuno.

Otra cosa son las cotizaciones, con tendencia a la baja, apuntan desde el sector, pues aunque las toneladas de grano y paja se siguen negociando en pesetas a pie de campo, operan en un mercado mundial con países productores muy poderosos, múltiples intermediarios y no pocos especuladores que aportan una enorme presión económica a toda la cadena de distribución.

La abundancia en Burgos es, si cabe, más sobresaliente en este 2020 porque coincide con un año de sequía y poca paja en los mercados competidores de España ubicados en el centro y este de Europa. Hay un factor más a tener en cuenta, el mercado internacional vive un gran dinamismo impulsado por el afán de acopio de algunos países importadores de paja y forrajes ante el temor a nuevos rebrotes por el coronavirus y más dificultades para el transporte.

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