España obtuvo recientemente la autorización de las autoridades sanitarias de Filipinas para exportar carne a este mercado. ¿Es interesante este mercado? Para despejar esta incógnita, el ICEX elaboró recientemente un informe sobre este mercado.

Filipinas cuenta con uno de los mercados cárnicos más grandes del Sudeste Asiático. El principal consumo se concentra en la carne de porcino y de ave, aunque la demanda de carne de vacuno se está incrementando y presenta muy buenas perspectivas de crecimiento.

La carne de ternera no constituye un alimento básico en la dieta filipina. Su elevado precio al por menor en comparación con otras carnes, como el pollo y el cerdo, hace que se la considere más como un artículo de lujo, accesible sólo a una pequeña parte de la población, la cual reside en la mayoría de los casos en zonas urbanas.

El consumo per cápita anual de carne de vacuno alcanzó en 2018 los 3,1 kg, muy por debajo de los 14,9 kg de cerdo y los 13 kg de pollo. En el área de Metro Manila, sin embargo, el consumo de carne per cápita se situaba para el mismo año en los 1,30 kg de carne de vacuno, 14,51 kg de pollo y 13,63 kg de cerdo.

La producción local es muy limitada: 263.000 toneladas en 2018 (peso vivo), por lo que la mayoría de la carne de ternera que se comercializa en el país es importada y se limita en gran parte a producto congelado. El consumo en 2018 alcanzó las 372.000 toneladas, por lo que la producción local no es suficiente para abastecer la demanda.